Toda la estructura de las puntas está diseñada para que los girasoles se deslicen hacia la máquina, evitando sacudirlos, dispersando las semillas. La bola soldada en la punta amortigua el contacto con la planta, que no se daña ni se sacude, sino que se canaliza dentro de la barra. Las puntas Zaffrani están más reforzadas en la parte inferior y en el punto de pliegue. Para algunos mercados, caracterizados por girasoles muy altos, disponemos de puntas alargadas (25 cm más que las estándar), necesarias para una mejor cosecha cuando el girasol alcanza una altura de más de dos metros.